martes, 1 de septiembre de 2009

La ex señorita bailando Candyyy...uhhhh!!!

Esta fue mi primera presentación, me regalé la experiencia de vibrar en ese escenario junto a cinco amigos, más que talentosos y por si fuera poco me llevé a casa, las risas que logré arrancar contando mis vergonzosas vivencias como ex señorita convicta y confesa...

Ojito, ojito!
Para la gente que no me ve hace tiempo, tengan en cuenta que la cámara engorda 5 o 10kilos, en mi caso creo que son como 20 jeje...es la cámara no soy yo xsiaca :)!!!...

jueves, 13 de agosto de 2009

La ex señorita ha decidido que hacer…


Había llegado el miércoles que estuve esperando con angustiante emoción. Yo, una periodista archiconocida, aunque solo en mi casa. Yo, una quizás talentosa desconsagrada actriz. Yo, una aspirante a escritora. Simplemente yo, una ex señorita que por primera vez sintió que en su rostro se esgrimían los conceptos de miedo, pánico y finalmente de delicioso sosiego. Esa noche creí tener sobre mis hombros la responsabilidad de divertir con mis torpezas a un grupo de gente que en su mayoría no me conocía pero que con sus risas me obsequio el aire que por esos escasos minutos respire frente a ellos.

El miércoles 5 de agosto se inició el 4to. Campeonato de Stand Up Comedy en el Satchmo de Miraflores. Eran las 4 de la tarde y ya no había entradas. Acaso ese recinto estaría lleno de personas que observarían mi primera vez en este tipo de espectáculos?. La respuesta es sí. No cabía ni un alfiler y la sinvergüenza concha que esta aspirante a triunfadora ostenta se desvaneció de pronto al darse cuenta que en ese escenario iba a interpretar el papel más auténtico y complicado que jamás pudo obtener: el protagónico de ser ella misma.

Como pude pensar que vestirme de puta e interpretar a Sabrina en el Teatro Julieta había significado un reto en mi vida. Si acaso entrevistar a la deliciosamente equivocada Martha Hildebrandt o al verbolocuente caballo loco más conocido para mí como Alan “Pie Grande” García significaron momentos notables en mi desarrollo profesional, pues me equivoqué. Los personajes que he tenido ya sean dramáticos o jocosos, algunos pálidos y otros coloridos o claunescos jamás causaron en mi la paralización de mi rostro, de mi aliento como esa noche.

Éramos 4 los comediantes que repletos de una ilusión compartida pelaríamos a boca limpia – y no tan limpia- la medalla del finalista de la noche. Yo fui la segunda participante y con mi monólogo cuyo título no podía ser otro que “La ex señorita” salí al escenario y juro que aunque logré pasar a la semifinal, era un costal (bien papeadito por cierto) de nervios y emociones conjugadas. Hablar sobre mis complejos treitañeros delante de mis viejos, mis amigos y un gran grupo de desconocidos sí que es alguito complicado.

Fabiola, Renato, Fernando y yo fuimos los contendores de esa mágica noche, cuya estrella de Belén había sido colocada por Sergio Paris y los grandes de Keto Impro. Fabiola, la más trajinada en estos avatares presentó un monólogo íntegramente dedicado al sexo en el cual todos nos dimos por enterados que ella cuando tiene relaciones por primera vez se depila desde allí hasta la Benavides, pasando por el a veces olvidado zanjón (Esto último es una exageración que mi pluma se permite); Renato, mi dulce gordito nos enseñó como enamoran los caballeros de ahora “Madamme, dichoso los ojos que ven su tarro pasar” y el gran Fernando encandiló al público con su monólogo “Mis zapatillas de luces”, demostrando que con sus ocurrencias y ese talento divino que papa lindo le regalo conquistó no solo al público si no también a su adorada esposa, su tierna pituca.

Los 3 reyes magos de esa noche, que fungieron de jueces fueron Carlos Palma, talentoso ganador del Campeonato del año pasado, Paul Gastello, reconocido actor de teatro y tv y la inigualable Bettina Onetto, que dicho sea de paso, lanzó su pesada y bien manejada artillería sobre esta novata que al escucharla quería hacer un agujerito en el escenario y desaparecer. "Todo lo que me dijiste esa noche lo acepto y como no hacerlo, si tu eres simplemente la irreverente y genial Bettina”…Como dice Martha Hildebrandt, cuando no se puede decir más, es bueno aceptar el ajo y el agua (a joderse y aguantarse).

Fernando fue el finalista de esa noche. Fabiola y yo nos veremos las caras el 26 de agosto en el mismo lugar, misma hora y mismísimo canal, y junto a otros 4 comediantes que competirán los miércoles siguientes daremos el todo por el todo en el llamado “Repechaje” para llegar a la final del 2 de setiembre, fecha en la que Carlos Alcántara nos engalanará como jurado con su sabrosa y genial presencia.

Quiero agradecer a mis viejos lindos, a mi padre y a mi madre que a pesar de preguntarse porque carajo amo tanto los escenarios, son infaltables en mis a veces fracasadas o aplaudidas presentaciones. Gracias por entender que escogí vivir de esas pequeñas o grandes actividades que tanto me apasionan.

No quiero dejar de mencionar a mis entrañables amigas del cole que siempre están allí, como dice la canción aunque no hayan aplausos siempre están allí. Gracias chicocos y chicocas de IPES, gracias primita, gracias papita, gracias tíos y gracias a todos los que sacaron su tarjeta roja para que esta ex señorita siga en carrera.

Si la vida me permitiera escoger un féretro cómodo y abrumador, no sería otro que el escenario de esa noche. Quizás suene lúgubre o sobrecogedor pero la pasión que siento por lo que hago es tan intensa e infinita que seguramente cabalgará más allá de lo que alcance mi último expiro.

Creo que la vida es demasiado breve para vivir pensando, el hoy ya es ayer y no quiero, ni mucho menos pienso invertir mis alientos dedicándome a satisfacer actividades bien ponderadas cuando lo que deseo es ser libre, es disfrutar de los aplausos, estar frente a un micro, a una cámara, en un set de televisión o en una cabina de radio. No importa si producto de este incomprendido capricho tengo que ajustar mis bolsillos, pero no me perdonaré ajustar mi mente, olvidar mi alma y menos vender mis dedos para hilar una historia de vida en la cual me sienta solo parte del reparto y no la protagonista.

Los espero este miércoles 26 de agosto, día en el cual no puedo prometerles que ganaré o que seré mejor que nadie (a menos que ustedes no se rían de los monólogos de mis compañeros y valgan verdades, desgraciadamente eso sí es imposible jajaja), pero me comprometo a mostrarme más auténtica que nunca, a olvidarme de mis miedos, manejar mis nervios y desnudarme para ustedes, emocionalmente hablando, claro está!. Mucha mierda de la buena en este delicioso miércoles de infarto en el cual olvidaré pensar y trataré solo de sentir…porque así he decidido vivir.

Fotito de arriba!
En orden de aparición: Renato, Fernando, Paul, Bettina, Sergio, Fabiola, Yo y Carlos

Decisiones de Ruben Blades
Esta canción desde ahora se llama simplemente "La ex señorita...ha decidido que hacer" jajaja...Gracias Blades!

miércoles, 24 de junio de 2009

Con olor a granate chanel


Imaginemos que un regordete Pie Grande con pezones voluminosos, ataviado de increíbles armas nucleares lidera a un grupete de soldados robotizados que rodean tu casita e intentan sin siquiera dialogar con tus padres, tu esposo o contigo misma ingresar a tu espacio y violentarlo. Pie Grande a vendido tu casita al mejor postor, de esa venta a ti y a tu familia no les caerá ni un mísero centavito, confórmense con seguir viviendo allí arrimaditos, cómodos y limpiecitos, total que más da si ustedes son ciudadanos de segunda categoría - gracias a Dios, a Yavé, a la Pachamama o algunos de sus dignos dioses como el Padre Sol al que curiosamente llaman “Etzá”.

Esta es la terrorífica historia que sentí haber espectado en los últimos días frente a mi cómodo televisor, pero tras el reportaje de mi colega Mabel Huertas (Enemigos Íntimos) sentí que los culpables no son solo unos cuantos enternados, si no algunos otros que conozco, que son de mi especie y que creen equivocadamente que “la sangre del pueblo tiene rico perfume”.

Periodistas de mierda, que sin razón alguna – solo con ansias de que sus nombres retumben en La Lima que ansían conquistar- llamaron embravecidos a Radio Programas del Perú alertando sobre unos asesinos uniformados que mataban a indefensos hermanos aguarunas y huambisas a pesar del compromiso que asumieron de respeto y lealtad.

No fue verdad, esos coleguitas miserables utilizaron su lengua viperina y premonitora para mentir y mentir. Nuestros hermanos, llenos de irá indígena buscaron a los supuestos asesinos y con el salvajismo que les ha regalado la vida en la Selva cegaron el destino de padres, hijos y esposos policías, despellejando de a poquito sus almas. La ley del talión: ojo por ojo, diente por diente.

Ellos -mis colegas- no tenían el más ínfimo derecho, ojala que el Padre Guerrero de los indígenas, Ajùpap los castigue con la furia de la maldita peste que ataca a los que proceden mal. Conciencia atormentada y desgracia no esperada.

Muchos de nosotros, perteneciendo a un mundo presuntamente civilizado y letrado no entendemos un carajo de leyes ni tratados, porque juzgar a nuestros indígenas cuya soberbia y mítica cultura se impone ante la oscuridad de una confusa legislatura?. El Pie Grande dijo en su discurso que no se les consultó sobre estos famosísimos decretos legislativos 1090 y 1064, que modifican la ley forestal y de fauna silvestre concerniente a sus tierras, porque en nada los iba a perjudicar. Me pregunto, querido ciudadano de primera categoría, cuando tu respetable y prudente esposa quiere realizar un cambio en palacio, no lo consulta contigo?. Yo creo que sí! Pie Grande. Nada hubiera sucedido si agudizabas tu alma y lograbas escuchar la nobleza melodiosa del canto indígena. Limpia el cerillo de tu intolerancia y agacha la cabezota que Dios te ha dado, que los apristas también se equivocan, si no que lo ratifique el tristemente célebre Agustín Mantilla.

No puedes Pie Grande, no puedes privatizar o estatizar tierras que no son tuyas. Estos espacios no están desiertos y menos abandonados. Sería poco inteligente y nada digno de un hombre de “tu nivel”, de “tu categoría” permitir que billonarias compañías petroleras y mineras, a través de generosas ayudaditas legislativas exploten nuestros recursos sin negociar con sus auténticos dueños. Recuerda que padre no es sólo el que engendra, si no el que cría, el que cuida, el que vela, el que protege. Así que bajo esa lógica tú no eres dueño de nada y ellos, los indígenas son propietarios del sol, la tierra, las estrellas y de cada hoja verde que crece en las embravecidas y respetables tierras de nuestra selva peruana.

Prejuicios de ciudadanos de primera categoría

Hace unos días leí un genial artículo de Diego Villar, antropólogo investigador del CONICET*, especialista en sociedades indígenas de tierras bajas que decía: “Desde muy temprano estos pueblos fascinaron a misioneros, exploradores y autoridades por atesorar las tsantsa, las cabezas reducidas de sus enemigos. Con el tiempo, la antropología encontró en esta práctica una filosofía social. Su sentido simbólico y cosmológico ha de dilucidarse en los términos de un intercambio ritual de venganzas, que paradójicamente posibilita la reproducción en el tiempo de este tipo de sociedades. Limitar nuestra comprensión de estos grupos a la reducción de cabezas, o a sus tradiciones guerreras, sería tan arbitrario y tan inútil como reducir a los argentinos al mate y el tango, o a los estadounidenses al baseball y las hamburguesas de McDonald’s. Las movilizaciones aguarunas revelan lucidez y plasticidad para adaptarse a los nuevos desafíos de la vida política. Son la muestra de una conciencia colectiva despierta, que denuncia lúcidamente una maniobra incompatible con legislaciones nacionales y acuerdos internacionales suscritos oportunamente por su país. Los aguarunas fueron castigados por entender el juego de la legislación estatal, y sobre todo por entenderlo bien: su tenaz propensión al diálogo, a la moderación y al respeto de la ley nos obliga, por lo menos, a preguntarnos quiénes fueron los salvajes en la Curva del Diablo”

* CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnica) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina.


¿Quienes son los salvajes?

Alguien, cuya identidad desconozco escribió este fantástico poema. Conozcan a los pemones, grupo étnico que habita en la Gran Sabana y El Parque Nacional Canaima, ubicado en el extremo sureste de Venezuela.

Los pemones y su sin fin de dialectos reflejan la belleza en su estado auténtico, natural y extremadamente hermoso, al igual que nuestros aguarunas, huambisas y demás comunidades aun por descubrir.

Los pemones de la gran sabana llaman al rocío:
Chirike-yeetakuú
Que significa, saliva de la estrellas

A las lágrimas:
Enú-parupué
Que quiere decir, guarapo de los ojos

Al corazón:
Yewán-enapué
Que significa, semilla del vientre
Los waraos del delta Orinoco le dicen:
Mejo-koji
que significa, El sol del pecho

Para nombrar el alma, para decir amigo dicen:
ma-jo karaisa
Mi otro corazón

Para decir olvidar dicen:
Emonikitane
Que quiere decir, perdonar

Los muy tontos no saben lo que dicen
Para decir tierra, dicen: madre
Para decir madre, dicen: ternura
Para decir ternura, dicen: entrega

Tienen tal confusión de sentimientos
Que con toda razón,
Las buenas personas que somos
Los llamamos salvajes.


Flor de Retama...No dejemos que la historia se repita

Escucha conmigo esta canción, cuya letra es de Ricardo Dolorier interpretada al más estremecedor estilo de nuestra cantante vernacular Martina Portocarrero, a quién tuve la oportunidad de entrevistar como postulante al congreso por Renacimiento Andino en el 2006. Como perfectamente lo dice, José María Arguedas “el huayno es capaz de perennizar todos los momentos de dolor, de alegría y de terrible lucha”.

Esta canción aunque muchos asocien la letra con un sentir subversivo es inspirada realmente en la rebelión de Huanta (Ayacucho)de 1969. El Gobierno al mando del general Juan Velasco Alvarado dictó un decreto supremo que indicaba que los escolares que desaprobaran un curso como mínimo, perderían la gratuidad de la enseñanza y pagarían cien soles mensuales durante el año escolar.

Este decreto fue rechazado por las Asociaciones de Padres de Familia de todo el Perú y por los sectores populares. El colegio Gonzales Vigil de Huanta fue tomado por los alumnos, apoyados por campesinos y demás estudiantes que se plegaron a la lucha, convirtiendo a Huanta en pólvora y dinamita carajo!- como enfatiza Martina en este tremendo clamor hecho canción.


martes, 9 de junio de 2009

Cajita de madera


Todos hemos tenido un amor de esos intensos pero efímeros. A lo largo de mis 29 inquietantes años he tenido solo uno con esas características (o quizás solo uno que recuerdo con especial detenimiento). A él lo llamaremos Giovanni y si quieren colocarle un apellido podría ser Veronesi. Todo tiene un porque en esta vida, hasta el nombre y apellido que hoy decido ponerle, pero ese porque lo reservo para quién protagonizó conmigo esta auténtica historia, sólo él se dará cuenta de lo que para ustedes quizás no tiene sentido.

Conocí a Giovanni cuando él tenía 21 años y yo 15. Era mi vecino, sus tíos vivían al frente de mi casa, habían acondicionado una tienda y él trabajaba ahí por las tardes. Yo iba a comprar arroz, azúcar y demás pretextos alimenticios con la finalidad de cruzar miradas con el “chico de la tienda”. Nunca imaginé que luego de tantos años, de largos trece años nuestros destinos se volverían a cruzar para cancelar la cuenta que quedamos debiéndonos.

Era el final de 1995 y un tímido Giovanni me miraba dulcemente sin atinar a balbucear palabra alguna. Luego de varios meses, se animó a hablarme. Hola, vives en la casa amarilla no?...Mi respuesta fue sí, pero en silencio pensé, acaso no es obvio si todos los días ves que entro a esa casa que además queda al frente de tu tienda. Me pareció tan poco creativo pero a la vez tan dulce. Así somos algunas veces las mujeres, si nos gusta alguien observamos sus torpezas con ternura. Pensamos en secreto, que es lindo porque le hablamos y comenzó a tartamudear o porque apenas nos ve se moja…no sean mal pensados me refiero a que se le cae la chela en los pantalones de la emoción y como resultado de esa “dulce torpeza” se moja todito.

Luego de varios meses, Giovanni comenzó a ir a mi casa, con más exactitud a la puerta de mi casa. Ya no vivíamos frente a frente, ahora yo me había mudado a la espalda de su casa. Él y su guitarra me acompañaban por las noches, hablábamos de todo, nos reíamos, nos mirábamos tímidamente y si acaso se preguntan en que momento Giovanni me besó, les podría decir con total tristeza que nisiquiera lo intentó.

Una noche de invierno, Giovanni me pidió que lo acompañara a Plaza San Miguel para comprar una cuerda de guitarra, mi papá me dio permiso pero me advirtió que regresara en menos de una hora (Mi papi me cuidaba mucho y cuando salía a alguna fiesta me recogía a las 12 de la noche, misma cenicienta jajaja). Al cumplirse la hora permitida, regresamos a nuestro lugar -la puerta de mi casa- y luego de avisarle a mi papá que estaba afuera y que conversaría una horita más, Giovanni sacó una cajita de madera que no supe bien lo que contenía pero luego de mostrarme ese raro regalo, intentó hacer una analogía diciéndome que lo mucho que podría descubrir en esa cajita, era en cantidad, lo que el sentía por mi. Al fin, “el chico de la tienda” se me declararía: Angie, tú me gustas mucho y yo quisiera…saber…si…tu…y…yo…yo…y…tu…podríamos…ser…nose…algo…mas…que...Cuando por fin él se atrevía a decirme todo lo que en sus ojos yo ya había descubierto, lo interrumpí nombrando una fruta poco romántica pero que en mi época significaba vergüenza, timidez, bochorno: Ay Giovanni no sigas que me da palta. Al parecer Giovanni aún no entendía que las mujeres cuando decimos no, es sí y cuando aseguramos que sí, significa talvez, así que el muy obediente cogió su guitarra, levantó su cajita (sin dejarme ver lo que había adentro) y me dijo: Discúlpame Angie no quería molestarte…por favor olvida lo que te dije …bueno…ya me voy, cuídate. Me dio un beso en la mejilla y al verlo irse con la guitarra al hombro no pude decirle nada, me moría de la palta, papaya, durazno, sandía, melón…ay ya no sé, malditas frutas. Solo sé que después de ese día la puerta de mi casa nunca fue la misma. Él se guardaba sus atenciones y yo ocultaba mis miradas, ambos jugamos a seguir siendo simplemente amigos.

Luego de unos meses me volví a mudar y aunque él dice haberme ido a buscar, jamás nos volvimos a cruzar hasta trece años después. Yo estoy inscrita en unas cuentas que te envían información sobre teatro, danza y todo tema relacionado a esta locura llamada arte. Un día con la finalidad de ser descubierta por algún productor de tv, envié un correo con los links de mi reel de entrevistas y luego de varias respuestas alentadoras y seguramente algo mentirosas sobre mi trabajo en la pantalla chica, recibí un mail que decía:

Hola Angie, como estas? a ver si me recuerdas jeje, soy G…, antes vivía en san miguel, casi a la espalda de tu casa recuerdas? cuando vivías en dinthilac, fui varias veces a tu casa con mi primo Walter, ahí solían juntarse tus amigas, nosotros tocábamos guitarra y tu parabas en una parroquia creo, luego te mudaste y fuimos a visitarte una vez, Tus amigas eran erika, malu, etc. recordaste algo? Bueno, yo vi tus videos de entrevista en youtube y te reconocí. Espero me hayas recordado.

Bueno, te cuento que ahora soy actor de teatro y profesor en el Club…, aparte sigo haciendo música con un grupo, tengo un grupo de teatro y también dirijo. Espero hayas recordado y podamos comunicarnos. Este es mi msn, cuídate y nos vemos, un abrazo.


No podía creerlo, cuando terminé de leer su correo, fui corriendo a la oficina de Noemí -una amiga del trabajo- a contarle que Giovanni me había escrito luego de tantos años. Al cabo de cinco segundos, mientras Noemí me miraba en silencio reparé que ella ni siquiera suponía de quien diablos yo hablaba. Es un amigo de mi infancia y no sabía de él hace muchísimo tiempo-agregué. Noemí me dijo que le parecía raro que por un amigo yo haya irrumpido en la oficina con una sonrisa tan amplia y con los ojos vibrando de emoción. Es cierto, me delaté, pero eso no importaba porque Giovanni había vuelto.

No sabía que contestarle, su mail había sido muy amical, así que el mío también tenía que serlo:

Hola, supongo que eres el mismo G… que recuerdo, tenías una tienda a la vuelta de mi casa?...la verdad de tu primo Walter no me acuerdo...Sí eres tú, yo suponía que estabas en EE.UU porq viajaste cierto??...A ver el G… del que me acuerdo le gustaba tocar guitarra, le gustaba Gianmarco y me contaba de las almas que penaban en su casa y que su perrita las sentía...Ojala que seas ese G…...xq si no eres ese, la canción porque no recuerdo otro jejeje...Si no te identificas con lo que eh dicho, por favor hazme recordar sí jijiji...gracias!!!

Giovanni me respondió pero luego de analizarlo, decidí que él pertenecía a mi pasado, era un breve y lindo recuerdo que así debía permanecer. Yo, en esa época salía con alguien así que preferí no volverle a escribir y mucho menos agregarlo al messenger, es una herramienta de comunicación peligrosa entre dos amigos especiales. Estaba enamorada y no pretendía coquetear con nadie.

Habían pasado cinco o diez meses desde el último frío mail que compartimos y yo a pesar de estar enamorada, volvía a encontrarme sola. Me habían convocado para actuar en una obra de teatro y la cita del primer ensayo era en el Club…Para pasar al salón en el que ensayábamos tuvimos que interrumpir una clase y de pronto mientras bromeábamos con mis amigas, Giovanni, “el chico de la tienda”, el de la cajita de madera, el de la guitarra, mi ex vecino, apareció. Nos miramos y cual novela cursi y estúpida, nos quedamos en silencio, sonreímos como un par de tontos y solo atinamos a articular un hola. Cuando por fin, luego de esos eternos cinco minutos frente a él, entre a la sala de ensayos, mi amiga Anita me dijo: que pasó?, quién es él?, porque se miraron así?, de donde lo conoces?, te lo haz chapado? te lo haz tir…?...Antes de que terminara de decir esa palabrita reaccioné y con un rotundo no! le aclaré que Giovanni solo había sido un amigo especial que tuve en la adolescencia.

Mientras ensayaba pensaba en que el destino jamás se queda sin cobrar sus deudas. Cuando salí de ensayar él me estaba esperando y a pesar que tenía algunas arruguitas de más, seguía siendo el mismo tímido “chico de la tienda”. Lo que no podía entender es como él y yo nos pudimos convertir en actores, vocación que ignoraba que compartíamos con tanta pasión.

El encuentro fue pactado para el miércoles de la próxima semana en Café Z. Al instante descubrimos que la química no se había desvanecido (Ambos ya estábamos solos, el más sólo que yo…y yo aún con algunos recuerdos que estaba buscando desesperadamente olvidar). Giovanni retornó a mi vida en el momento ideal. Él seguía siendo el chico de la tienda y sus ojitos esquivos lograban el mismo efecto inhibidor y mágico en mí. Casi al final de la velada, me dijo que si me acordaba de esa noche cuando lo chotie y yo con el poco orgullo que me quedan producto de mis inteligentes bien cumplidos años le conté la verdad: Si tu me hubieras hecho la pregunta completa, mi respuesta hubiera sido sí porque yo también sentía lo mismo que tú. Giovanni se quería morir, pero sonrió y me dijo que iba a llamar a su primo Walter (Estados Unidos) para contarle que esa noche sí causo algo en mí y además que la respuesta a su pregunta, hubiera sido un rotundo sí.

Durante algunos meses le pagamos la deuda al destino y los intereses fueron los justos y necesarios. Nuestros sentimientos habían cambiado aunque a veces parecían ser los mismos. Su voz seguía estremecedora, canta precioso. Sus gustos musicales se habían transformado, en cortas mañanas y largas noches que prefiero no detallar me enseñó a delirar con Sting y Eric Clapton, a doparme con jazz blues, a envidiar a Natalie Portman y a volverme enamorada cautiva de las horas de desvelo.

Ahora que él ya se fue, estoy convencida de que cumplió su cometido en mi entonces desequilibrada vida emocional. Giovanni fue un amor intenso pero efímero porque duró más en mi vida como recuerdo que realidad. Él es para mi como esa cajita de madera que intentó regalarme hace trece años, difícil de descubrir pero aletargadamente inolvidable.

Bed of roses (Cama de Rosas)
Yo amaba a BonJovi antes de que reapareciera Giovanni pero esta canción para mi se convirtió en nuestra canción, aunque él no lo sepa. La escuchamos con el volumen más alto que fuera soportable a nuestros tímpanos mientras él cumplía un año más de vida y su primo nos acompañaba aquella tarde…Otra que me cantó al oído fue When We Dance de Sting...

martes, 26 de mayo de 2009

Tú, mi Superman


Él es el único hombre con el que estado a solas en el pequeño espacio que hace un mes encontré para mí. Él me conoce y me ha visto reír, pero lo más importante es que siempre está allí, cada vez que yo volteo con mis ojos llenitos, él los vacía con la infinita quietud que me regala su sosegada sonrisa.

Era 1999 y un pelucón con cabecita generosa (por no decir cabezón jiji) caminada despreocupado por los pasillos de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad de San Martín de Porres. Su nombre es Martín y sus ojos que hablan por si solos son tan redondos y profundos como el cariño que hoy nos concedemos.

Del amigo que nos presentó no tengo mayores recuerdos. Lo que si evoco con total claridad, son cada una de las noches y madrugadas en las que charlamos hasta el hartazgo, hasta que solo el cansancio nos canse. Y de que tanto hablamos?, creo que la pregunta sería de que no hablamos?. Si alguien querría destruirme en 15 segundos podría ser él, que sabe casi todo de mí y eso es enteramente culpa de su fidelidad y su inagotable paciencia al escucharme. Mis secretos, mis vergüenzas, mis íntimas indecencias y mis más escondidos miedos fluyen cuando él está a mi lado.

Todos tenemos amigos especiales. No me refiero a esos “amiguitos cariñosos” que tu podrías llamar a las 3 o 4 de la mañana para que te saquen de apuros o en buen cristiano para que te hagan el favorcito (Juro que no tengo esa costumbre, pero ya a mis 30, debería de empezar a tenerla no? jaja). Estoy hablando de ese pata que llamas con el pensamiento, a ese que interrumpes cuando tiene un control remoto en una mano y en la otra las llaves de una habitación (Discúlpame Martin, no quería importunar tu ingreso a ese lugarcito y menos distraerte en pleno ajetreo corporal), a ese que sin pensar dos veces llamas para pedirle que venga con premura desde el Centro de lima hasta la avenida la Marina en San Miguel, para que te consuele porque acabas de escuchar que ese hombre que tú amabas, tenía dudas de quererte. Tu amorcito acaba de decirte que lo último que quiere es no hacerte daño, que el problema es él y no tú y esas cosas absurdas que dicen algunos cobardes. Esa noche, yo parecía una niña triste y asustada y a mi rescate llegó mi Superman, me miró y por fin pude llorar, le pedí prestado sus brazos que más que fuerte son reales para que me rodeara intensamente y tratara de calmarme. Eso solo lo puedes hacer Tú, mi Superman, mi amigo.

Martín no es como los demás. Su palabra y su sentir no son comunes. Mi Martín es un tipo particular. A pesar de que su orgullo lo empuja a decir que es un fastidio que las mujeres siempre le digan: “Eres lindo y diferente a los demás” en el fondo de su ser, esboza una leve sonrisa cuando alguna de sus “amigas” le repite esa frase auténtica y totalmente justa.

Digamos que Martín siempre sabe algo de lo mucho que uno ignora. A él le gusta la poesía, vibra con la música, con las letras profundas y comprometidas. Alguien le dijo una vez que era un “Atormentado galán” porque no le gusta herir a las mujeres que se cruzan por su camino o que caminan en el cruce de su vida. Y eso es muy cierto.

Una de las tantas veces que él se abrió para mi (Cuidado con ser malpensados! jaja) fue en El Parque Media Luna del distrito de San Miguel, escenario de muchas de nuestras largas conversaciones. Martín estaba triste, el amor de aquella innombrable mujer había herido su corazón, entristeciendo su vida y por lo tanto también la mía. Lo superamos juntos, más juntos que nunca, más juntos que siempre.

Y como todo pasa en la vida. Al cabo de unos meses, el amor delirante de Martin se había esfumado y él volvía a sonreír con esos dientes grandotes y graciosamente alineados. Mi Martín había regresado y yo estaba más agradecida que nunca.

Un día, hace casi tres años, estábamos tomando un café en un local que lo más elegante que tenía, era un mozo simpático y extremadamente servicial (Cambiaba el cenicero cada 10 segundos, sin descuidar el nudo de esa corbata que lucía con total sobriedad). Yo me encontraba sin trabajo y tenía tanta impotencia acumulada. Lloré como una pequeñita (soy tan llorona por dios, ay no! me acordaré de ese día y empezaré a llorar!!!) y él no me engañó con frases trilladas y burdamente motivadoras. Me extendió una servilleta perfectamente doblada y me dijo: No te puedo asegurar que pronto encontrarás el trabajo que anhelas, no puedo precisarte que si sigues esforzándote llegará tu recompensa, lo único que puedo decirte es que sigas buscando, que confíes en ti misma y que cada vez que necesites desahogarte, yo estaré ahí. Ese invierno del 2006 comprobé que Martín nunca me mentiría, así eso significara que yo sufriera.

Él, al igual que yo es un soltero treitón, que a veces me acompaña a soñar con ese ser especial que algún día conoceré y se convertirá en mi hombre Tipo 3. Aceptémoslo mi querido Papita (Así lo llamo de cariño y él a mi. Somos un par de papitas, él al hilo y yo de hamburguesa de carretilla, por lo rica y gordita jaja) somos a veces aunque yo más que tú, románticos e irremediablemente soñadores. Sé que negarás todo lo que digo en este último párrafo, porque te auto describes como un hombre práctico y realista. Lamento comunicarte que tu realismo tiene pinceladas de sueños, sueños que albergas en la profundidad de tus inquietudes, sueños que yo creo conocer y que cuando decidas cumplirlos, sin duda también estaré ahí.

No podría escribir de ti y dejar de nombrar a Doña Nelly, tu madre. Una mujer que yo admiro por lo poco que sé de ella y por lo mucho que descubrí mirándola. Quizás tu madre, te impregnó su esencia mi Papita, así que un salud! por tu mamita y al terminar de leerme, vaya corriendo a comprarle su combinado de ese Chifa que tanto le gusta.

Felizmente, la única virtud (por llamarlo de alguna manera) que perdió este muchachito al pasar de los años, es la frondosa cabellera que lucía. Tenía unos rulos rebeldes como él mismo, ahora sus entradas se pronuncian cual zanjitas bien formadas, pero sé Papita que esa escasez de cabello también la superaremos, así como mi gordura, tus temores, mis miedos, tus caídas, mis vencidas y todo lo demás a lo que la vida nos enfrenta.

¿Qué un hombre y una mujer no pueden ser amigos? Falso. Aunque no puedo negarles que alguna vez, solo alguna vez pasó por nuestras mentes la ligera idea de querernos de otra manera, pero la claridad de la amistad se impuso y ante la comprobación de que no nos “encendemos” (y mira que lo intentamos) como dos perfectos enamorados, claudicamos ante el intento, sonreímos, nos abrazamos y aceptamos que nunca podremos ostentar etiqueta mas especial que la de la amistad.

Tenemos tanto en común que cuando te miro pareces ser el mismo espejo que cobija mi imagen por las mañanas, despeinada, soñolienta y desaliñada. Esa soy yo y a veces, ese eres tú...Claro con un poquitin menos de cabello jaja. Tengo la certeza de que un hombre si puede querer a una mujer con esa necesidad y entrega absoluta con la que se quiere a un amigo. Él y yo, yo y él somos la prueba irrefutable!. Firmaré este post, como firmamos nuestros mensajitos, cuando alguno de los dos tiene triste el corazón.

TQM. Mi Papita.

SuperMartin
En el collage de fotos esta Martin de pequeñito vestido de Superman (Ali, una de las entrañables amigas de Martin se la robó de su álbum familiar)...Aquellas épocas donde era inocente y tenía pelito jajaja. Saben, Martin es el único hombre en mi lista de amigos, mientras que mis amigas especiales son más de dos pero menos de cinco. Siempre he dicho que de lo bueno, poco. Las demás fotitos son de nosotros y un par de south park que hizo Martin...gracias, me copiaste al detalle!.

Amigos de Los Enanitos Verdes
“Pero siempre estarán en mi, esos buenos momentos que pasamos sin saber…No importa donde estas, si vienes o si vas, la vida es un camino, un camino para andar…”


miércoles, 13 de mayo de 2009

Viviendo con mi ex


Como todos saben la soledad es una de las hilarantes situaciones que me atrapa en esta etapa de mi vida, porque no tengo a mi lado hombre alguno (esposo, novio, enamorado, amigo cariñoso o “saliente” conocido) y desde cuando estoy sola?...Mmmm…formalmente hace más de un año, informalmente hace dos meses.

A veces me pregunto porque los seres humanos insistimos con respecto a algo o a alguien y creemos que esta vez sí funcionará. Citaré algunas de las frases más comunes que utilizamos mujeres y también hombres cuando tenemos una venda de franela, que digo! de cuero de vaca cegando nuestros ojos (en mi caso cegando mis dulces ojos verdes ja!, ya que no tengo perro que me ladre, he optado con autopiropearme, es motivador!).: “Él no se da cuenta de lo que hace”, “Se han fijado, esta cambiando por mi” y la más estúpida de todas, “Me ha prometido que esta vez será diferente”…Mentiras, son solo mentiras que nos hacemos a nosotros mismos, las personas mejoramos, crecemos (sólo sí queremos hacerlo) pero nunca cambiamos!

Cuantas veces me lo dijeron y no quise entender. Lo único que me consuela es saber que no soy la única. Las historias que conozco parecidas a la mía, son tantas que necesitaría postear durante siglos para culminar el total de los relatos.

Ahora me provoca contarles la historia de una amiga (Me hizo prometer, casi de forma amenazante que no diría su nombre, así que no lo haré), la llamaré mi coleguita. Ella ha tenido los cabellos de diversos e irreverentes colores, negro, rubio, rojo y los 3 a la vez (se que me matará por este último comentario, pero de antemano te prometo un cafecito moka, de esos que son tu debilidad para que perdones la concha con la que hablo de tus tintes, digo de los colores de tu cabello!).

Mi coleguita, es una amiga a la que a pesar de su peculiar personalidad quiero mucho. Ella me consiguió mis primeras prácticas periodísticas y me presentó a uno de mis ex amores (Lalo), aparte de escucharme silenciosa y aconsejarme con especial imparcialidad cuando le lloraba sobre las peripecias que sorteaba al estar enamorada de mi último ex, entonces díganme ustedes como no quererla.

Ella ha estado enamorada, pero nunca enfrentó una relación amorosa como la que vivió con el negro, también colega nuestro. Al comienzo (como la mayoría de relaciones) todo andaba bien, ella se había enamorado y esta vez parecía que con el se quedaría. Luego de un tiempo decidieron vivir juntos y poco después empezaron los problemas. Digamos que todas las frases absurdas que expuse en uno de mis párrafos anteriores, era aquello que a mi coleguita la alentaba a continuar. Él prometía, cual niño reprendido, que todo sería diferente, que está vez si pondría de su parte.

Dejadez, falta de interés, falta de detalles, aburrimiento, querer mas espacio para respirar, dedicarse al trabajo como si eso le alimentara el alma, quedarse callado al discutir, irse a dormir molesto, nunca ceder porque eso denota fragilidad, ocultar o simplemente mentir…Síntomas de que esa peligrosa tara a tocado la vida de tu compañero, de tu amorcito, de tu bebito, de tu cosita, de tu hombre. Una piensa que quizás hay alguien mas o que ya no le importas, pero que hacer cuando todos estos síntomas los percibes desde el inicio de tu relación y con el tiempo solo se acentúan?. A veces pensamos que han cambiado con el transcurrir de los años o por la monotonía, cuando en verdad ya eran así y solo se han marcado, cual texto en plumón de pizarra, esas incómodas actitudes.

A veces las mujeres enfurecidas decimos, él no me merece, es un imbecil, un pobre diablo que no sabe lo que quiere (creo que parare con mis calificativos porque entonces no controlaré mi dedo y tecleará improperios feministas) pero luego de haber enfrentado un amor similar al de mi coleguita, entendí que algunos se comportan así porque simplemente no te quieren y es momento de aceptarlo, y otros (de raza indeterminada, por descubrir) sí te quieren, inclusive te pueden amar, pero la torpeza que poseen al demostrar ese amor es demasiada, es como si tuvieran una tara emocional que no los deja que sus acciones sean consecuentes con sus sentimientos. Los hombres que son así, creo que jamás cambiarán! (Ejem: el protagonista de la película Viviendo con mi ex).

Karla, ella es una de mis primas queridas. Actualmente expone su flamante soltería, luego de un matrimonio poco feliz. Su ex, tampoco era un mal hombre pero no la supo querer y no la defiendo porque es mi prima, si no que conozco de fondo lo que ella vivió a su lado y es más, lo que sufrió al ver una casa vacía por su ausencia…Yo estuve allí aquella noche, aquella triste noche de la partida.

Ahora él quiere reconquistarla pero es tarde las heridas sanaron y la costra se safó de una piel que posee solo tenues marcas de lo que fue aquella golpiza amorosa.

Mi coleguita y mi prima continuaron viviendo con sus exs como yo por algún tiempo más. Quizás, físicamente no los teníamos siempre a nuestro lado, pero emocionalmente permanecían indestructibles, hasta que por fin los malos recuerdos y la auténtica necesidad de no mentirnos más ganaron la cruda batalla.

Yo acabo de vencer la batalla hace dos meses. Borré de mi vida a ese alguien que no deseo nombrar porque así perennizaría su nombre en el tiempo y no creo que lo merezca. No por que haya sido poca cosa, si no porque no quisiera exponerlo a lo que él quizás llamaría vergüenza pública (La única que necesita hacer una catarsis ventilando su aburrida vida amorosa soy yo). Podría decirles que quizás él fue muy importante en mi vida, bueno ahora no valen los orgullos absurdos, así que aceptaré asumiendo gallardamente que ha sido hasta el momento el hombre más importante de mi vida.

Cada vez que decidía firmemente alejarme de él, pasaban días, semanas, meses y siempre terminaba cediendo a sus intentos de volver a estar juntos (les juro que él siempre inició los encuentros, después de prolongadas separaciones) y yo claro aceptaba sin reticencia alguna, lo abrazaba feliz, algunas veces le costaba convencerme y otras simplemente ya lo estaba esperando.

Durante el año y medio que estuvimos juntos me volví celosa, loca y lunática (más de lo que normalmente soy y eso es decir bastante. No por nada la mamá de Lalo me cantaba esa salsa que entona El Gran Combo de Puerto Rico con total similitud sobre mi comportamiento: “Mujer celosa”). Pienso que la razón es que estaba enferma, tenía la ya conocida enamoramientitis aguda en tercer grado (Sólo me faltaba adquirir un GPS para conocer al detalle cada uno de sus movimientos). La otra opción es que tuve esquizofrenia temporal, así que prefiero pensar que me temple, misma cuerda de guitarra.

Luego de nuestra relación formal, nos convertimos en amigos, en más que amigos pero nunca regresamos. Él me decía incansablemente que me quería, que yo era la única persona con la cual no se cansaba de conversar, pero constantemente golpeaba mi cariño con sus desplantes, sus acciones torpes, sus promesas incumplidas, sus y sus….tendría tanto que decir, pero sería muy cobarde de mi parte incrustarle toda la culpa porque él no se puede defender, así que finalmente diré discretamente que me cansé, que el amor que me daba no era suficiente para mi. Seguramente a muchos no les parecerá objetivo y la verdad de la milanesa es que en estos instantes intento ser lo mas subjetiva posible escribo lo que pienso y trasmito lo que siento, aunque pueda estar siendo injusta.

Quizás, él me dio lo mejor que pudo darme, eso sólo lo sabe él. Recuerdo que el 14 de febrero del 2008 me regalo un “Contrato de Amor” escrito íntegramente por él, con cláusulas que hoy ya logré olvidar, pero que en ese momento enternecieron mi corazón e hicieron llorar a mis incrédulos ojos, cual chiquita emocionada con el regalo esperado (Ambos firmamos el contrato, haciéndonos promesas de ingenuos enamorados).

A pesar de que fuimos enamorados solo un año y medio continué viviendo con él, con sus pensamientos, con su olor, con sus caprichos, con su ligero egoísmo, con mis acalorados recuerdos y sobre todo ose hacerlo participe en algunos de mis inconclusos sueños a futuro.

No vivas con un ex, obviamente no me refiero a vivir o convivir físicamente, si no a que no lo tengas presente en tu vida, como si aún fuera parte de ti. Si crees que vale la pena luchar hasta quemar el último cartucho (ojo, no el último polvo jaja), hazlo y si al final del día te das cuenta que siempre será lo mismo, pregúntate si eso quieres para ti (Consejo de mi amiga Violet), si tu respuesta es no (como la mía), déjalo ir, bota a ese inquilino de tu vida, porque es sano, rico y delicioso vivir y disfrutar del amor presente, no del pasado ausente.

Pasos decisivos para no vivir más con tu ex

Elimínalo de tu hi5, de tu msm, de tu facebook y de todo contacto electrónico que siquiera te tiente a saber que es de su vida; Disfruta los momentos, comparte tiempo con tu familia, tus amigos, evita embriagarte, porque te provocará llamarlo o llamarla y seguramente él acudirá y la historia volverá a empezar, te lo digo yo que he reiniciado mi historia de amor con este hombre en incontables ocasiones.
Finalmente disfruta de full canchita (olvídate de la dieta por ese día) y dile a un par de amigas tuyas que te acompañen a ver Viviendo con mi ex, esta pela me la recomendó mi prima Erika, otra soltera empedernida (la soltería vendrá de familia, me pregunto?). Debo confesar que por el título pensé que era una comedia rosa estúpida de esas de las que me suelo burlar por parecerme tontas y escasas, pero me equivoqué. No es un peliculón ni mucho menos, pero si estás o pasaste un trance parecido al mío te gustará. Viviendo con mi ex, protagonizada por Jennifer Aniston y Vince Vaughn. Quizas, sólo quizás te sientas identificada como yo.


Mi primer sufrimiento amoroso (Edad: 1 o 2 años)

Empiezo a pensar que el problema soy yo, fíjense en la fotito, estoy llorando desconsoladamente, que cosa me habrá hecho ese pequeñito para desatar una gran tristeza infantil a mis cortos años?...Bueno, finalmente es hombre, grandes o chiquitos, son la misma cosa!...jajaja…Mentira, que haríamos nosotras sin ustedes, y que harían ustedes sin nosotras?...

“19 días y 500 noches”

Hay amores que como dice Sabina se logran olvidar en 19 días, pero lamentablemente los sigues evocando por 500 noches más…Para sufrir de amor los días son ideales porque las noches se vuelven largas y oscuras…

Es bueno saber que ahora “19 días y 500 noches”, es sólo una linda canción para mí.


lunes, 4 de mayo de 2009

Mis 3 tipos de hombres


Dicen que las mujeres tenemos tres tipos de hombres en nuestras vidas: Tipo 1: El primer amor; Tipo 2: La primera vez y Tipo 3: El de toda la vida (He dicho 3 tipos de hombres, lo cual no significa que una tenga (exclusivamente) solo un hombre por cada tipo de amor jojojo).

Si me preguntan sobre mi primer amor, les diré que su nombre era Oscar Alberto Romero Linares (Aunque supongo que sigue vivo y que por lo tanto sigue siendo ese su nombre). Yo cumplía 15 años, él 17, tenía ojos profundos, mirada coqueta, un mechón que le cubría la frente y una sensualidad imperdonable para alguien de su edad. Sin olvidar ese aretito en la oreja derecha que lo hacía ver rudo, malo…malísimo!

Oscar y yo nos conocimos haciendo teatro. Fue graciosísimo, yo realizaba el audaz papel de una prostituta de época, furiosa y desenfadada, mientras que él interpretaba a un guardián pulcro y sexy (sexy al menos ante mis ojos). Aún tengo el intacto recuerdo del día que Oscar se me declaró, yo celebraba mis 15 años (con bajada de escalera, pomposo peinado de rulos, vestido color perla con mangas princesa y ají de gallina en ollón industrial) y al amanecer de ese día, él me pidió salir a conversar a la puerta de mi casa. Todas mis amigas me miraban y cuchicheaban sonrientes. Oscar se recogió el mechón y con un tono vibrante y varonil me dijo: “Angie, me gustas mucho…quisieras ser mi enamorada?”. Recuerdo que mi corazón se arrugo toditito y con mucho esfuerzo logré balbucear una frase muy utilizada por las niñas (calificadas como dignas y señoritas de su casa) de los años 90: “Déjame pensarlo”.

La cita estaba pactada para el miércoles siguiente, le daría el sí y por supuesto regalaría mi primer beso labial (Ya que en esa época nisiquiera sospechaba que la lengua con la que saboreaba mis algodones de azúcar probaría otras agridulces salivas con el tiempo).

Mi bello compañero de teatro pasó a ser mi primer flamante enamorado, pero la historia concluyó pronto. Terminé con Oscar a los pocos días de haber empezado. Lo corté porque era una niña orgullosa y me habían dicho que él terminaría conmigo, quise adelantarme a su vergonzosa choteada pública. A esa edad no hubiera soportado el escrutinio adolescente. Él y yo solo nos dimos piquitos, nunca nos besamos. Recuerdo que pasé una semana entera practicando con mi almohada como lo besaría (ahora soy una master en esos avatares jajaja) pero a la hora de la verdad, me sonrojé y solo atiné a abrazarlo, candideces de principiante.

El siguiente de la lista que en párrafos anteriores enuncio es el hombre que toda mujer desea tener, bueno, amoroso, condescendiente y absolutamente dedicado. Lo conocí cuando entre de practicante en la redacción de una diario “chicha” en la sección de espectáculos. Tuvimos cuatro años juntos (idas y venidas a gorgotones), fui feliz y aunque quizás sea tarde para lo que quiero hacer, siento que es justo y más que necesario pedirle disculpas a Lalo por envolverlo con mis caprichos y no entender ni valorar la magnitud de su descontrolado amor. Aunque creo, sin temor a equivocarme que su generoso corazón ya me perdonó.

Recuerdo que en el último ciclo de la Universidad de San Martín de Porres donde estudie Comunicaciones, me pidieron preparar una tesis, el tema que elegí es irrelevante pero la dedicatoria que expuse se encuentra vigente y permanece en mi memoria: “A Lalo, por amarme y amar el periodismo tanto como yo”.

Lalo, ahora está afortunadamente casado y por si fuera poco, una bebita llamada Pilar se ha convertido en la causante de su eterna sonrisa. Seguramente el leerá este post y su esposa si la curiosidad femenina la atrapa, también. Hola – esposa de Lalin- si me estás leyendo, te digo con total desparpajo que seas dichosa porque quizás yo fui el primer amor de Lalo, pero tú eres para él del Tipo 3 (Su amor para toda la vida). Un pisquito a tu salud!

No podría decir nada malo de Lalo y si hubo episodios tristes, mi cerebro no los recuerda. Él me regaló un amor desmedido que nunca he vuelto a sospechar siquiera que sientan por mí, pero dejé de quererlo y como dicen nuestros abuelos con esa sabiduría que les regala los años, en el corazón no se manda. Quizás algún día llegue ese hombre que pueda calificar del Tipo 3, ese con el que a veces sueño acurrucada en mi almohada, ese que me hará ver el cielo cerquita, ese que sienta que soy yo la más bonita. Lo siento, la cursilería emboba mis pensamientos, tengo que aceptarlo a veces soy irremediablemente cursi.

Mi hombre tipo 3 deberá ser, para comenzar hombre, es un requisito importante y en estos tiempos vale la pena preguntar. Mi tipo 3 tiene que gustarle la música, tiene que vibrarle el pecho cuando escuche a su intérprete preferido (Yo siento que mi alma se excita, cuando escucho a Sabina). Mi tipo 3 tiene que ser bueno, tiene que querer conocer el mundo de Piero (Mi dulce hermano autista de 18 años).Tiene que gustarle soñar, odio a los que se autocalifican como prácticos y no se otorgan la licencia de soñar, tiene que ser comprensivo y cariñoso, si sabe bailar sería un valor agregado y si sabe cocinar…bingo!, porque a mi hasta el agua se que quema jajaja.

Creo que tengo que aceptar que alguna vez, pensé haber encontrado a mi hombre tipo 3, pero como errar es de humanos y yo aunque a veces no parezca (sobre todo por las mañanas cuando me levanto) también soy un ser humano y me equivoqué. Lo delicioso de todas las equivocaciones que he tenido, es que con cada una aprendo a vivir (no hablo solo de respirar, hablo de vivir) y gracias a mi padre y a mi madre me he deleitado (bajo la mirada celosa de ambos) de la vida y a mis casi 30 años puedo decir que la lupa adherida a mi conciencia, está en la capacidad de reconocer a mi hombre del tipo 3 (Aunque siempre soy susceptible a las equivocaciones).

Creo que un hombre del tipo 3 es aquel que te recibe con una sonrisa si te demoraste 2 o 5 minutos (más de 5 acepta la cara larga, te lo ganaste!), es aquel que comparte tus momentos de tristeza, dejando todo para abrazarte y ofrecerte su pecho (aunque sea pecho de gato y los pectorales hayan huido de su cuerpo) es aquél que no elige siempre la gaseosa que le gusta a él, es aquél que no se adueña eternamente del control remoto, es aquel que te dice sexy y bonita cuando lo recibes con pijama y los cabellos alborotados, es aquel que no podría dejarte llorando en tu casa, es aquel que antes de actuar piensa si eso te causaría una pena, finalmente es aquel que si alguna vez piensa en perderte, siente un dolorcito en el pecho (pre infarto amatorio) y te llama simplemente para recordarte lo mucho que te ama.

Quizás tú también –como yo-pensaste que tu hombre del tipo 3 había llegado a tu vida y también como yo te sentiste decepcionada, solo podría decirte que disfrutes de ese amor mientras dure, ya que quizás los hombres tipo 3 son tan buenos, pero tan buenos que la eternidad no es uno de los dones que la vida les concede. Si crees haberte topado con un hombre del tipo 3, vive y no solo respires a su lado.

MI PRIMER AMOR

En la foto evidentemente aparezco yo a los 15 años, junto a mi primer amor…Creo que mi sentido de la moda a mejorado con el tiempo, prefiero pensar que en esa época tenía puesto todo lo que creía estaba correcto y si no es así debo tener una…más grande que la del campo de Marte o que la de Martha Chávez (Mirar foto en la que la entrevistó) para mostrar esta foto, tomada hace un par de añitos atrás jaja…Fíjense en la flor que acompaña como adorno mis zapatitos de color perla jaja.

El primer amor de Nubeluz...Recordemos!

miércoles, 15 de abril de 2009

Si tuviera 10 años...

Si tuviera 10 años, todo sería más fácil. No tendría que pintarme el cabello rubio cenizo (inversión: 50 soles cada 4 meses), no me preocuparía por los kilos de más (70kg), de mucho más que me afligen cada lunes que resuelta empiezo mil dietas, no tendría que incomodarme por las preguntas incisivas y constantes sobre porque mi vida amorosa no es “normal”. Voy a cumplir 30 años y no tengo enamorado, novio, ni amigo cariñoso que estas “tías preguntonas” conozcan.

Todos y todas (sobretodo todas, porque seremos así las mujeres) cuchichean y se preguntan entre ellos porque si ya estoy llegando a la maravillosa pero complicada edad de los 30, mi vientre no da luces de querer albergar más que pizzas y pollitos a la brasa?.

Si tuviera 10 años, no tendría que hacer cuentas cada fin de mes de cuanto dejo de pagar a este banco para completar los intereses que tengo que depositar en el otro. No me mortificaría mi incierto futuro, no pensaría que es un deber comprarle una casa a mis padres (cuando eres niña piensas que papá y mamá tienen la obligación de regalarte una casa con piscina y columpios en el jardín). Recuerdo que lo primero que dibuje durante la clase de "Dibujo y Pintura" cuando estaba en primer grado fue una casita igual a la de mis sueños de ahora...

Si tuviera 10 años, no hubiera sufrido para que tanto homo sapiens cuyos nombres pretendo no recordar- al menos en este relato- entiendan que me encantan las flores y que lloraría si me hubieran regalado unas cuantas. Cuando uno ama espera mucho y cuando olvida, simplemente voltea la página, se encuentra con alguien y vuelve a soñar.

Llegar a los 30, sí que me está pesando y no solo por los 70 kg que gallardamente cargo, pero con todo y eso, no podría atreverme a desear retroceder o adelantar el tiempo. He amado y ciertamente he sufrido...valgan verdades he vivido, simplemente he vivido!.

He tenido algunos hombres en mi vida. Importantes: Juan, mi padre, Piero y Junior, mis hermanos, de los demás que pasaron por mí, digo por mi vida, prefiero decir que fueron errantes, errantes inquietantes que ame por momentos y que también odie por instantes.

Soy una mujer que ama los carbohidratos (maldita sea los adoro), el color negro porque adelgaza y los besos apasionados. Repudio a los hombres que pegan al hablar, jamás abortaría, no podría matar y creo que lo que uno anhela, se hace realidad.

Muchas son mis historias, algunas se perdieron en mi memoria y otras ocurrieron solo en mis sueños, en mis más tristes, truculentos y candentes sueños…Hoy con casi 30 años encima me provoca abrirme completamente (abrirme?, en sentido figurado claro) para mostrar mi esencia, mis multiples vivencias y sobre todo mis íntimas indecencias! jajaja...Lo último, es aquello que de niña no pude hacer y que de grande las hago a escondidas.


LOS NIÑOS Y SU MUNDO DE YOLA POLASTRI...OEEEE,OEOAAAAA
"Cuando se es niño, se tiene problemas, como que no. Aprenderse las vocales, comprender que la "m" suena igual que la "n" pero que se utilizan de diferente manera, aguantar la pipi en clase, enfrentar los exámenes parciales, semestrales, de quinta nota y demás, en fin para mi esos eran grandes problemas de pequeña pero creo sin temor a equivocarme que los problemas crecen a la par de nuestra capacidad para enfrentarlos"